Este mediodía he podido disfrutar de una tranquila comida con una mente pre-clara que conoce la historia de Horta- Guinardó al dedillo. Ha sido muy interesante no sólo porque era capaz entre bocado y bocado, de trasladarte siglos atrás, y entre sorbo y sorbo desgranarte los misterios de cada uno de los rincones de Barcelona, sinó también porque como hábil conversador atesora recuerdos, experiencias y anécdotas de un buen número de personajes famosos y populares, que describe con gran lujo de detalles.
Lo bueno de todo es que después de este encuentro, se ha consolidado un conocimiento sobre la historia del barrio, que me fue transmitida por mis abuelos y por mis padres y que de alguna manera, he podido vivir en primera persona. La historia pasa, pero deja tras de si un rastro, las vivencias personales de los que han participado de ella.
Lo bueno de todo es que después de este encuentro, se ha consolidado un conocimiento sobre la historia del barrio, que me fue transmitida por mis abuelos y por mis padres y que de alguna manera, he podido vivir en primera persona. La historia pasa, pero deja tras de si un rastro, las vivencias personales de los que han participado de ella.